Día de los Archivos en Simurg: El género epistolar y la correspondencia científica

Bolivar1El género epistolar ha sido muy prolijo a lo largo de la historia: mensajes que van y vienen y que configuran un entramado de caracteres, personalidades y vivencias. De él se han servido los enamorados para las declaraciones de amor... y los enemigos para declararse la guerra. Ha servido para contarnos cómo estamos, para sentirnos cerca y, también, para compartir lo que somos y lo que sabemos. O, por el contrario, formarnos en aquello que desconocemos.

Las cartas son, indudablemente, un gran medio de comunicación. O lo han sido hasta el auge de internet y el uso masivo de los rápidos y eficientes correos electrónicos, y otros medios de mensajería rápida.

La documentación epistolar lleva implícita ciertas complejidades debidas a su extensa variedad, su diferencia temática y su estilo narrativo: desde el desenfadado con el que se escribe a un amigo, a la formalidad con la que se responde a una invitación, pasando por el modo de compartir información, conocimiento, investigaciones y hallazgos. La otra de sus complejidades reside en que, generalmente, solo contamos con una de las partes de esta “conversación”, teniendo que reconstruir lo que se ha dado en llamar “ruta epistolar”.

Pero este mismo hecho permite, a la vez, crear toda una intrahistoria, así como desvelar todo un mundo que circunda la escritura de estas cartas, dejándonos, en muchos casos, hacer un comentario de realia: dónde, cuándo, dentro de qué circunstancias, etc. Nada vive tan en el presente y es tan directo como una carta, especialmente aquella que no tiene intención de publicarse.

Bolivar2La carta cuenta con una larga tradición que participa de una escritura menos mediatizada. Aun hoy en día esta tradición nos marca cómo ha de estructurarse (salutio, captatio benevolentiae, narratio, pettitio y conclusio), estructura heredera de la retórica latina, pero se trata de un medio que es más libre para descubrir la subjetividad del autor. Por ello, son un buen testimonio biográfico, sociocultural e histórico.

La carta toma una forma discursiva en la que existe una preocupación tácita por transmitir ideas y manifestarse de forma correcta y depurada. Aún más en cartas de carácter científico que buscan el intercambio de pareceres o comparten resultados, propuestas, mejoras o descubrimientos. Su exposición ha de ser clara y, en los más de los casos, se apuesta por una exposición concisa (no así en los comienzos del género). No obstante, en toda carta la manifestación del emisor queda sujeta a la familiaridad con el receptor.

Luis Vives describía la carta como una “conversación entre personas ausentes” que permite “transmitir a otros las propias ideas y pensamientos, siendo así fiel intérprete y mensajera entre los hombres.” Y de este modo desde el siglo XVII, época de la revolución científica, las cartas se han utilizado como contacto entre sabios, y con el avanzar del tiempo, como depositarias y mensajeras de los avances e intercambios científicos. Han sido, salvando las distancias, las primeras publicaciones periódicas.

Desde SIMURG celebramos el Día de los Archivos con tres colecciones de correspondencia científica que son un claro ejemplo de la riqueza y diversidad de temáticas y estilos en el intercambio de conocimiento, en el tratamiento y búsqueda de información y, en última instancia, son una muestra de la expresión de los entornos y del devenir del transvase científico.spada1

1. Cartas de Pius Font Quer dirigidas a Carlos Pau Español
Cartas que Font i Quer envió a Pau durante el período que va de 1914 a 1927 con el intercambio de opiniones científicas y el envío de especies de plantas. Esta correspondencia permite profundizar en temas como la preparación de expediciones botánicas, las clasificaciones y determinaciones de especies y preparación de etiquetas y catálogos.

2. Fondo Personal Científico: Ignacio Bolívar y Urrutia
Ignacio Bolívar y Urrutia (1850-1944) fue uno de los fundadores de la Sociedad Española de Historia Natural en 1871 y Director del Museo de Ciencias entre 1901 y 1936. También fue Director del Real Jardín Botánico entre 1921 y 1930, entre otros puestos relevantes. Este fondo comprende el conjunto de documentos reunidos por Ignacio Bolívar en el transcurso de su actividad científica y administrativa.

3. Correspondencia de Marcos Jiménez de la Espada – Comisión Científica del Pacífico
Cartas, oficio y circulares relacionados con la Comisión Científica del Pacífico y la del Estudio de los Objetos del Pacífico.

Alexandra López

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