La Red de Bibliotecas y Archivos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas forma parte del Sistema de Información Científica del CSIC (SIC) y está constituida por la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación y por 57 bibliotecas especializadas, además de 19 archivos científicos. Las bibliotecas de la Red están ubicadas en centros de investigación, propios del CSIC o que este organismo comparte con Universidades u otros organismos de investigación. La Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC también proporciona servicios bibliotecarios al personal investigador de los centros e institutos que no tienen biblioteca a través del Plan100%DIGITAL.
La Red incluye, además, a 4 bibliotecas externas pertenecientes a fundaciones relacionadas con la investigación (Residencia de Estudiantes, Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Fundación Ortega y Gasset, y Museu de Ciències Naturals de Barcelona).
La Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC es un sistema horizontal de información científica que permite la selección, organización, difusión, acceso y conservación de los recursos de información con el fin de ser un instrumento útil para la investigación que desarrolla el CSIC. La Red de Bibliotecas y Archivos da soporte a la excelencia científica garantizando el acceso intelectual, físico y electrónico a la información, las ideas y los servicios para una comunidad de investigación multidisciplinar como la del CSIC mediante la utilización, en modo local o remoto, de infraestructuras y servicios de calidad.
Las colecciones documentales que ofrecen las bibliotecas de la Red cubren un panorama amplio de recursos dirigidos a todos los ámbitos de investigación del CSIC, con más de 1.810.510 monografías y 65.549 colecciones de revistas en papel, y acceso a 571.550 libros y 21.589 revistas electrónicas de suscripción, además de otros materiales, como mapas, fotografías, manuscritos, etc. La Red también gestiona fondos archivísticos, con más de 140.000 documentos textuales e iconográficos. Todo ello se puede consultar en CIRBIC (Catálogos Informatizados de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC), que es uno de los mayores catálogos de acceso público del país. Se ha diseñado una política de difusión de los fondos patrimoniales de valor especial de las bibliotecas y archivos del CSIC por medio de más un centenar proyectos de digitalización que han dado lugar a un conjunto de 20.522 documentos digitalizados y 1.554.430 imágenes a las que se accede a través del portal Simurg, Fondos Digitalizados del CSIC.
La Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC está plenamente involucrada en la difusión de la ciencia que se genera en el CSIC de acuerdo con las políticas de acceso abierto suscritas por el Organismo. Como un recurso destacado se pone a disposición de toda la comunidad científica el Repositorio Institucional del CSIC (Digital.CSIC), ayudando con ello al personal investigador del CSIC al cumplimiento de los mandatos legales y permitiendo una gran accesibilidad a su producción científica.
La dirección y gestión de la Red recae en la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación con oficinas en Madrid, Barcelona y Valencia. La URICI es la responsable de la coordinación y desarrollo de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC, así como del control y gestión de su automatización. Su objetivo es modernizar sus servicios y aprovechar al máximo sus recursos. Son funciones destacadas de la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación: gestionar el catálogo colectivo de los fondos bibliográficos de la Red, facilitar el acceso a revistas y libros electrónicos y bases de datos a través de la Biblioteca Virtual, preservar y dar acceso a la producción científica del CSIC mediante Digital.CSIC, automatizar el acceso a los archivos históricos del CSIC, regular la prestación de servicios bibliotecarios, coordinar el desarrollo de las colecciones bibliográficas, facilitar herramientas de trabajo y de formación al personal bibliotecario, mantener los canales de comunicación externa e interna de la Red, representar al CSIC en los foros de cooperación bibliotecaria y colaborar con las autoridades del CSIC en la definición de la política de información científica de la Institución.
- Historia de la Red
El CSIC establece en 1984 el Plan de Informatización de Bibliotecas (PRIBIC) que empieza a funcionar el año siguiente con el objetivo de automatizar en un catálogo colectivo los libros y revistas que custodian las bibliotecas de la institución. A partir de ese momento se pone en marcha un proceso que incluirá la conversión retrospectiva masiva de los fondos bibliográficos y la creación de registros de autoridad para materias, entidades y autores; en poco tiempo, el catálogo colectivo del CSIC (CIRBIC) se convierte en una fuente de información básica para la información de carácter científico. CIRBIC, en los primeros años de su funcionamiento, se va a constituir en la columna vertebral de las bibliotecas del CSIC, propiciando la definición de modos de trabajo comunes y de prestación homogénea de servicios bibliotecarios; estas tareas de coordinación las asume de hecho el grupo de profesionales que trabaja en el PRIBIC, como también se hace cargo de la representación de las bibliotecas del CSIC en los ámbitos profesionales y, en especial, en las relaciones con las bibliotecas universitarias, favoreciendo el acercamiento institucional para la consecución de objetivos comunes. Toda esta actividad hace que las bibliotecas del CSIC se reconozcan desde muy pronto como integrantes de una red que trabaja de forma descentralizada con una dirección y criterios compartidos. La evolución de las bibliotecas del CSIC durante la última parte de la década de los 80 se produce en paralelo a la transformación general de las bibliotecas en España y en el mundo.
A partir de 1990 el CSIC reconoce oficialmente el desarrollo alcanzado por sus bibliotecas transformando ese año el PRIBIC en la Unidad de Coordinación de Bibliotecas (CBIC) con el objetivo principal de modernizar los servicios bibliotecarios y aprovechar al máximo los recursos. La Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC, denominación que se venía utilizando desde tiempo atrás, alcanza así un nivel que, durante la siguiente década, va a profundizar en los logros obtenidos y ampliar sus líneas de actuación. En 1998, a iniciativa de la CBIC, se pone en marcha la automatización de varios archivos del CSIC, iniciándose un camino de trabajo sostenido en el tiempo. A finales de los 90 la aparición de nuevas herramientas de comunicación y, especialmente, la irrupción de internet, va a propiciar vías de trabajo y desarrollo para las bibliotecas del CSIC, siendo especialmente importante por su trascendencia la incorporación de las primeras revistas electrónicas, que abren el camino a la implantación de los recursos electrónicos como fuente fundamental de información para la ciencia. También es en este periodo cuando se avanza en políticas de racionalización en la compra de recursos de información, tendencia que estará presente a partir de ese momento en la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC como elemento básico en la gestión del conjunto de su colección.
Se puede considerar que a partir del año 2000 se produce una aceleración en la transformación de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC; es desde ese momento, en años sucesivos, cuando la presencia de revistas electrónicas y libros electrónicos se consolida entre el personal investigador y se ponen a disposición de los usuarios nuevas formas, más cómodas y simples, de acceso a la información y de proporcionar los servicios bibliotecarios, no sólo de manera presencial, sino también a distancia; en ese sentido se puede destacar la puesta en marcha de la Biblioteca Virtual del CSIC, punto único de consulta de todos los recursos de información disponibles, y del Punto de Acceso a Proveedores de Información (PAPI), que permite llegar a la información científica desde cualquier lugar del mundo con conexión a internet. En estos años se aprobarán dos planes estratégicos específicos (2006-2009 y 2010-2013) que implican una visión de gestión unitaria y de largo alcance para la Red. En 2006 el CSIC firma la Declaración de Berlín por la que se adhiere a las políticas de acceso abierto; a partir de ese momento, la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC está firmemente involucrada en la difusión de la ciencia que se hace en la institución, concretándose en la puesta en marcha y rápida consolidación de un repositorio institucional (Digital.CSIC). En 2009 se aprueba el Reglamento de la Red de Bibliotecas y Archivos de la Agencia Estatal CSIC en el que se define claramente la estructura y funcionamiento de la Red y que es un texto fundamental para su desarrollo posterior. No menos importante es la aprobación en 2010 de la carta de servicios de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC, en la que se alcanza un compromiso total con las políticas de calidad que promueve la institución. Y también en este período se inicia la política de digitalización de fondos patrimoniales conservados en las bibliotecas y archivos del CSIC con el objetivo de hacer accesibles de la manera más amplia obras y documentos de gran relevancia para la Historia de la Ciencia.
Un hito fundamental es la creación, en 2011, del Sistema de Información Científica del CSIC, en el que sus bibliotecas juegan un papel destacado y donde se redefinen y amplían algunos objetivos de la coordinación bibliotecaria, lo que da lugar a la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación (URICI) y a la incorporación oficial a sus funciones de la política de archivos históricos de la Institución, como reconocimiento a las tareas que en ese tema se venían desarrollando. A partir de 2012 se adopta la denominación de Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC.